consejos para escoger frutas y verduras sabrosas

El primer paso, a la hora de elegir frutas y verduras es comprar siempre las de temporada. Cómo ya os hemos contado, cada fruta y verdura tiene una época del año y aunque actualmente podamos encontrar todo tipo de alimentos siempre, estos no tendrán ni el mismo sabor, ni la calidad nutricional óptima, que es lo más importante.

Que sean de cercanía/km Cero. En grandes superficies encontramos productos que vienen de todas las partes del mundo. Esto significa que las frutas y verduras han sido expuestas a un largo viaje. Aunque se muevan en transportes especiales, pierden sus cualidades durante en el trayecto. Siempre que sea posible, será mejor que elijamos productos españoles.

Producción Ecológica. Cuando nos decantamos por una versión ecológica de cada fruta y verduras estaremos comprando un producto que no ha sido sometido a ningún proceso químico, no han sido utilizados pesticidas y su producción es sostenible y respetuosa con el entorno.

Tocar y oler la fruta. La fruta es un elemento que tiene un determinado proceso de maduración. En general, se suele envasar cuando aún está verde, de esta manera va madurando durante su proceso de transporte y venta. Depende de la distancia o del tiempo en ponerse a la venta puede estar más o menos madura. Es importante que sepamos el tiempo que invertiremos en comérnosla, puede que se pase en nuestra nevera si esperamos demasiado. Estos son algunos ejemplos de las características que deben tener para identificar cuándo están en su momento óptimo de maduración:

  • Aguacate: Es una de las piezas más sencillas de identificar, basta con agitarlo suavemente y escuchar lo que ocurre en su interior. Si reconoces el sonido del hueso durante el movimiento, podrás abrirlo y consumirlo sin problemas.
  • Plátanos: Cuando están maduros tienes piel amarilla y pecas de color marrón claro. No obstante, si en vez de puntos son rayas o manchas oscuras más grandes, significa que también está madura pero que dicho proceso ha tenido lugar en cámaras.
  • Cereza: La fruta del verano debe estar firme, brillante, dura y de color rojo oscuro o negro vivo. Además, suelen medir cerca de los dos centímetros de diámetro y el tallo es un signo irrefutable de su frescura, así que no lo pierdas de vista.
  • Melón: Es aconsejable analizar las venas de la piel del melón para medir su madurez. Si estas todavía están verdes, es que el melón no está maduro. Otra forma es dar pequeños golpes de nudillo a la fruta. Si golpeas rápidamente, y escuchas un sonido profundo, está maduro.
  • Piña: Al igual que el melón, la cáscara de la piña suele ser la principal herramienta para conocer su estado. Si esta es uniforme, de color dorado y no incluye manchas oscuras, significa que la fruta está madura. Otro truco muy efectivo es prestar atención a sus hojas. Si son verdes, con la punta marchita y se desprenden fácilmente, han alcanzado el nivel adecuado.
  • Manzana: Como en la mayoría de ocasiones el color y la dureza son de gran ayuda. Deben tener una piel rígida y dura, y deben ofrecer resistencia si presionas con el dedo. El color también es importante, buscar una manzana realmente amarilla cuando compres una golden, o una verde intenso si es manzana verde, o rojo oscuro si es roja.
  • Sandía. En primer lugar, busca un punto amarillo en la cáscara ya que es la prueba de que han dejado la fruta en el suelo para que madure al sol. Además, si notas que la sandía es más pesada de lo normal, significa que incluye más azúcar en su composición y que, por lo tanto, ha madurado correctamente y está mucho más sabrosa. Para terminar, dale unos toques con los nudillos, si hace un ruido seco es que ya está en su punto.